
El gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, presentó la campaña “Murales por la Paz y la Dignidad de las Víctimas”, una iniciativa que busca empoderar el arte urbano como una herramienta transformadora para dar visibilidad a las víctimas de la violencia, prevenir la delincuencia en zonas de alta incidencia y contrarrestar los procesos disociativos que pueden generar violencia en la sociedad poblana.
El gobernador Alejandro Armenta hizo un llamado a los artistas del muralismo urbano para que plasmen su sensibilidad artística en los muros de la ciudad, convirtiendo espacios públicos en lienzos de reflexión y esperanza. Destacó que esta estrategia se enmarca en un esfuerzo integral de su administración para abordar las causas subyacentes de la violencia. En este contexto, señaló con optimismo la disminución del 20 por ciento en los feminicidios en Puebla, resultado de 129 días de trabajo enfocado en estrategias integrales.
Lizeth Gallegos, titular de la CEEAVI, anunció que el próximo viernes 25 de abril se llevará a cabo una intervención artística simultánea en 42 municipios y juntas auxiliares del estado, donde se pintarán murales con mensajes alusivos a la paz y la dignidad de las víctimas. Explicó que el objetivo es generar entornos más seguros y pacíficos a través de la recuperación de espacios públicos, sensibilizando a la población para identificar y apoyar a posibles víctimas de la violencia a través del impacto visual del arte.
Cada mural que se cree utilizará colores y formas distintivas para representar diferentes delitos de alta incidencia en la entidad, pero también incorporará un elemento simbólico de esperanza: un dedo blanco que representará la búsqueda de la paz y la verdad. Esta movilización artística y social contará con la participación activa de colectivos de artistas, universidades, diversas dependencias estatales y más de 40 ayuntamientos de Puebla.
Esta iniciativa, impulsada bajo el lema “Amor Por Puebla y pensando en grande”, subraya el compromiso del estado, tal como lo afirma la CEEAVI, de garantizar que las víctimas de la violencia tengan voz, rostro y que sus derechos sean plenamente respetados. El arte urbano se convierte así en un poderoso instrumento para la sanación colectiva y la construcción de una cultura de paz en Puebla.